sábado, 10 de febrero de 2018

Mariposa

                                                   

                                      X


Una tarde de penas consentidas
te cruzaste de pronto en mi camino
y brotó de mi pecho peregrino 
una fuente de risas escondidas.

Esa tarde de rosas encendidas
me encontré con tus ojos y, mi sino,
hasta entonces errante y anodino,
caminó ya por sendas definidas. 

Y es que tú, mariposa de alto vuelo,
decidiste una tarde de azahares 
exhibir tu volar a ras de suelo.

Y esa tarde subiste a los altares
de mi mundo sin fe, para consuelo
de mis penas de amor y mis pesares.

                                         2010



Mientras te espero

                                                  

                                           IX


Mientras te espero, sueño que has llegado;
y si no llegas, pienso que te has ido
lejos de mí, que te raptó el olvido
y que, de nuevo, solo me has dejado.

Pero si tú regresas a mi lado,
se me antoja que el tiempo transcurrido
mientras yo te esperaba, sólo ha sido
un instante fugaz, un sueño alado.

Y es que si estás, me vuelvo un temerario
capaz de disputar la Tierra entera
al rival más feroz y sanguinario.

Pero sin ti, soy un muerto que espera,
al igual que aquel olmo centenario,
otro milagro de la primavera.


                                                       2010

Flechazo

                  

                          VIII

Breve escalofrío, vértigo fugaz,
exigua locura, química en la piel;
conexión perfecta, dulzura de miel
mientras late raudo el corazón, tenaz.

Buscar su mirada sin usar disfraz,
creyendo que siempre responderá fiel;
sentirse oriundo de aquella Babel
donde todo el mundo se volvió locuaz.

Lo llaman flechazo, mágica pasión,
intenso arrebato que te llevará
con paso seguro hacia un nuevo amor.

Acto impetuoso de única función
que en algún momento representará
cualquier pobre diablo, aprendiz de actor.

                                                             2010


Aquel 14 de Abril

                                              

                        VII


El aire se impregnó de libertad
y las calles de ríos de alegría,
desaguando en el mar de la utopía
hectolitros de siglos de ansiedad.

República, instrumento de igualdad
para un pueblo cansado de homilía;
República de panes, de amnistía,
de escuela, de justicia y de verdad.

Mas, siglos de constantes privilegios
no pueden arrojarse por la borda
de este barco sagrado que es España.

Y de nuevo, con torvos sortilegios,
llamaron a la muerte, muda y sorda,
para segar el “mal” con su guadaña.

                               
 14 de abril de 2010


Acróstico para Marilyn






                                                VI

                                           

                                                   (Acróstico para Marilyn)

 

Afloran de las fuentes de tus ojos
Manantiales de risa cristalina,
Acallando de forma repentina
Rumores del verano entre matojos.

Inmodesto, huérfano de manojos,
Luce con insolencia libertina,
Y taladra tu boca femenina,
Noble un clavel, entre tus labios rojos.

Maravilla de gracia y donosura,
Obsequio de los dioses para el mundo:
Naciste para regalar dulzura.

Remolinos de vientos de amargura,
Orientados por engendros inmundos,
Expoliaron tu cuerpo y tu hermosura.

                                                            2010

Chile

                                                            

                                                                                V        

                                                                             (Al pueblo de Chile)

Heredera de Araucos, raza brava
que defendió tu suelo hasta la muerte,
hoy estás castigada por la suerte
y del dolor y el llanto eres esclava.

Como un volcán que vomita su lava,
mirando al cielo estás, gritando fuerte,
por ver si el ciego mundo puede verte
la herida del puñal que en ti se clava.

¡Oh, Chile, frágil niña que dormía
entre el mar y la recia cordillera
soñando con Neruda y su poesía!

Hoy la tierra tembló y, a su manera,
ha vuelto con furiosa alevosía
a llenar de dolor la Tierra entera.

                                                   2010

Soneto existencial


                        IV

Vienes y vas como un vilano errante
llevado por un viento persistente,
sin advertir apenas la corriente
de vida que en ti fluye a cada instante.

Caminas con el paso vacilante
tras un sueño lejano, incongruente,
que hace tiempo te ronda por la mente
y hoy te lleva hacia un mundo delirante.

Detén tu loco errar, sueño imposible,
para que la razón encuentre calma
y pueda ser de nuevo un ente vivo.

Por contra, seguiré siendo invisible
a los ojos del mundo, pues mi alma,
será por siempre espíritu cautivo.

                                                        2009


Autosuficiencia

                   III   


Tan bien el buen caballero
jugó su baza en el lance
que todo estuvo a su alcance:
gloria, mujer y dinero.

Mas, para ser el primero
y hacer que el mundo te dance
a tu alrededor, al trance
no lleves nunca escudero.

Que si llega la caída,
si te abandona el empeño,
te levantes sin ayuda.

Y es que llevando la vida
tú solo, siendo tú el dueño,
tú serás tú, no habrá duda.

                                  1976      


Depresión

                                II



Sonó una voz detrás de la cortina,
era una triste voz, muy lastimera.
Me dijo: “Soy tu amiga, la primera
que acude a rescatarte de la ruina”

Le dije: "¿Cómo tú, con tu cansina,
quieres poner remedio a mi flojera?
¿No ves que ni tocando la madera
puedo salvar mi vida mortecina?

Me dijo: " Triste tú, que en tu ignorancia,
te dejaste arrastrar por los que chillan
sin ver que en el silencio hay notas bellas. 

Aprende que por la triste distancia
hay estrellas con gran luz que no brillan
y hay brillos que no son de las estrellas”

                                                        1975

Atardecer

                                  I

Pinta de un tono rojo misterioso,
el sol, los ojos grandes del mochuelo,
cuando en el horizonte forma el cielo
una hoguera de senos caprichosos.

Los pajarillos vuelan, afanosos,
veloces, por cantar a sus polluelos
la canción cristalina del riachuelo
que fluye por un lecho pedregoso.

¡Ya se muere la tarde veraniega!
¡Ya el ocaso amenaza el horizonte!
¡Ya la noche se extiende por la vega!

Las estrellas, luciérnagas divinas,
son miles de puntitos luminosos
que muestran la belleza vespertina.

                       
                                            1970