LX
Quedó mudo y desierto el parque de mi vida
aquel
repleto siempre de risas y canciones,
aquel donde
manaba la vida a borbotones
cual
rumorosa fuente de júbilo vestida.
Un día, de repente, comienza la partida:
se marchan
al encuentro de nuevas emociones,
hacia una
vida nueva repleta de ilusiones
en busca de
un futuro de senda florecida.
Normal, es ley de vida, crecieron y volaron
hacia un
cielo infinito en busca de sus sueños
dejándonos
a solas con nuestra soledad.
Los hijos son tesoros que un día nos legaron,
que ya
nacieron libres cual pájaros, sin dueños
para volar ufanos en pos de su verdad.
Mayo 15