jueves, 1 de abril de 2021

El Soneto

                        LII

El soneto ha de ser camino llano
para quien con el alma lo leyera,
ha de ser verso vivo, sementera
de la que brotará cálido el grano.
                
El soneto ha de ser sueño cercano
a quien siente el amor como quimera,
ha de ser linda flor en primavera
y fructífero árbol en verano.
 
Guardar debiera un fondo muy concreto
pero envuelto en vestido tan brillante
que pudiera hechizar al más discreto.
 
Y es que, para lucir tan elegante,
necesita tener todo soneto
henchido el corazón, bello el semblante.


                                                        Agosto-2013

lunes, 15 de marzo de 2021

Amores

 

                         LI
 

Hubo un primer amor de risa y luna,
fue un amor con sabor a caramelo
que se quedó a vivir entre su pelo
velando sus ojitos de aceituna.
 
Llegó luego de forma inoportuna
un amor más real, de pies en suelo,
un amor de arrebato, de revuelo,
que duró lo que el sol de mi fortuna.
 
Y por fin, un estío sofocante,
cuando el trigo ya estaba sazonado,
llegaste tú con lluvia en el semblante
para apagar mi fuego enamorado.
 
Te fuiste tras el viento de levante…
¡Nunca volvió el amor aquí, a mi lado!
 
                                 Julio-2013

martes, 16 de febrero de 2021

Con L de Luna

                       

                                                    Fotografía tomada de internet


                          L

                       (Tautograma )                  

Lloras lívida luna legañosa,
lágrimas lacias, llanto lacerado,
largo lamento lépero, lisiado,
lírica luna, loca lacrimosa.
 
Lumínica leal, luces lustrosa
lóbregas lomas, llano lacteado,
liviano lar, lugar lombardeado,
logras legar locura lastimosa.
 
Llueves la luz, luciérnaga lejana;
llegas locuaz libando limoneros,
laureles, lotos, lirios –lis lozana-
 
Levas, luna, lamentos lisonjeros,
levantas lealtades, luna llana,
luminando los lánguidos linderos.
 
                                 Agosto-2013

  

domingo, 31 de enero de 2021

Refugio

                                 XLIX

Crecí entre verdes mares de espigas generosas

junto a resecos campos de olivos y viñedos

entre unos brazos fuertes refugio de mis miedos

en madrugadas negras de estrellas temblorosas.

 

La juventud me trajo más lágrimas que rosas

pues del amor yo hice la biblia de mis credos,

mas se me fue la tarde como agua entre los dedos

y vino a mí la noche de zarpas tenebrosas.

 

Por terminar con tanto vagar sin rumbo fijo

me refugié en tus brazos de fiel samaritana

y allí encontré reposo, calor y buen cobijo.

 

Y aunque volvió la vida con fuerza una mañana,

ya no encontré las llaves que abrieran mi escondrijo

y me quedé a mirarla pasar tras la ventana.

                                                      Julio-2013

sábado, 9 de enero de 2021

Culpa fue de ese viento marinero

                       




                         XLVIII


Culpa fue de ese viento marinero:
de repente elevó tu corta falda
que voló hasta la base de tu espalda
y dejó al descubierto el mundo entero.
 
Iba yo, caminante pasajero,
observando  la mar verde esmeralda
pero al ver la traviesa minifalda
se nubló mi razón y casi muero.
 
Fue tanta la elegancia de ese vuelo
inundando de sueños la mañana,
que también yo volé buscando el cielo.
 
Y es que al ver tu belleza tan cercana,
mi floja piel, ya fría como el hielo,
se mudó en tibia piel, tersa y lozana.
 
                                       Mayo, 2013