sábado, 23 de noviembre de 2019

Sin salida



                      XXXII

Tú y yo somos, amor, sombras furtivas
que se buscan con sed de madrugadas
entre sábanas sepias y arrugadas
o entre nubes del tiempo fugitivas.

Somos almas sin fe, sin perspectivas,
que un mal día cruzaron sus miradas
en un alba de luces apagadas,
sobre un brote de lágrimas cautivas.

Tú y yo somos, amor, la voz dormida
de ese sueño infantil de negra suerte
que murió en una calle sin salida.

Tu destino es amar; mi error, quererte
aún sabiendo que el río de mi vida
fluye ya seducido por la muerte.

                                                                    Septiembre-2012