domingo, 25 de febrero de 2018

Preposiciones del desamor


                       XVIII

A tu puerta llegué como un mendigo,
ante ti supliqué gracia y perdón,
bajo el lodo enterré mi fiel canción
con tal de que me vieras como amigo.

Contra el dolor de no vivir contigo,
de muy poco sirvió mi gran razón.
Desde siempre he dejado el corazón
en manos del juglar que va conmigo.

Entre súplica y ruego fui avanzando
hacia el muro tenaz de tu arrogancia,
hasta sentirme triste marioneta.

Para ti fui satélite vagando
por el cielo, perdido en la distancia,
tras tu estela de gélido cometa.


                                Mayo,2011