XL
Ya
sentí tu calor desde la cuna;
de ti me enamoré,de tu elegancia,
en
los días de sol en que mi infancia
voló
cual mariposa sin fortuna.
Llegó la juventud, callada y bruna,
y no apuré la miel de su fragancia;
con
el mundo real guardé distancia
para
escribir mil versos a la luna.
Más tarde, cuando el río de la vida
terminó
por ahogar el sentimiento,
te
aparté de mi lado y, ofendida,
te
fundiste una noche con el viento.
Hoy te busca de nuevo mi alma herida
para
aliviar su pena con tu aliento.
Enero-2013