XXXVIII
Igual
que golondrina en el alero
busca
mi amor refugio en tu mirada,
busca
mi voz reposo, fatigada
de
tanto repetirte que te quiero.
Igual que el rumbo incierto de un velero
que
arrastra sin piedad la marejada,
errante
va mi vida descarriada
gritando
hasta morir que por ti muero.
Y he caminado tanto que el camino
me
ha llevado hasta el borde de un barranco
y
he parado a pensar en mi destino:
Y pensé que, después de amarte tanto,
que
tras años de llanto y desatino,
me
da igual ya lo negro que lo blanco.
Diciembre-2012