lunes, 3 de octubre de 2022

El alma en cada nota

 

                           LVI  

                                  A Paco de Lucía

                   Sus manos, dos palomas encantadas

bebiendo de seis ríos de metal;

sus ojos, limpios lagos de cristal

con brillos de mil noches estrelladas.

 

Acordes como agudas puñaladas

al mismo corazón -dulce puñal-;

cadencias que con arte magistral

llenaban de color las madrugadas.

 

Hablaba la guitarra y él sentía

que al cielo se elevaba cual gaviota

en busca de la luz del nuevo día:

pues se dejaba el alma en cada nota.


Hoy la mía tan solo es alma rota

que al saber de tu adiós, vaga sombría.

 

                                          Abril-2014