LXIV
Quisiera ser el viento que acaricia
tu cuerpo a la caída de la tarde,
quisiera ser el fuego que en ti arde
y sonroja tu piel, suave delicia.
Ser agua en manantial, fuente propicia
que riegue tu tristeza, que resguarde
tu hermosa juventud y que retarde
mil años tu vejez, negra injusticia.
Quisiera ser el río que se lleve
tus lágrimas amargas hasta el mar
y ahogarlas para siempre en lo profundo.
El vórtice perfecto que te eleve
hasta un cielo infinito donde amar
fuese la religión de nuestro mundo.
La mejor religión sin duda. Bello soneto Joaquín.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Carmen. Un abrazo.
EliminarQué bien escribes.
ResponderEliminarUn soneto muy bonito.
Saludos.
Me alegra saber que te gustó, Toro.
EliminarSaludos.
Querido amigo, un hermoso soneto, una delicia leerte.
ResponderEliminarTe dejo todo mi cariño y besos
♥️¸.•*¨)¸.•*¨)
(¸.•´♥️♥️.¸.•´♥️
Gracias. Un abrazo
EliminarQuerido amigo, hermoso Soneto.
ResponderEliminarYa te había leído , escribes muy bello.
Te dejo todo mi cariño y besos
♥️¸.•*¨)¸.•*¨)
(¸.•´♥️♥️.¸.•´♥️
Gracias de nuevo.Celebro que te haya gustado.
EliminarQuerido amigo, paso a dejarte un saludito y desearte Feliz mes de Marzo, se feliz. Gracias por dejarnos tan bellos Sonetos, escribes muy bonito
ResponderEliminarAbrazos y te dejo besitos♥️
Gracias Liz, igualmente. Un abrazo
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