XLIII
El murmullo
del viento entre las ramas
de los
sauces que lloran junto al río,
el fulgor
de las perlas que el rocío
ordenó
sobre finos pentagramas,
el trinar
del jilguero entre retamas
en las
cálidas tardes del estío
o el
temblor de un fugaz escalofrío
en mi piel
si me dices que me amas...
...son preciosos regalos que la vida
va
guardando en la red de la memoria
para el día
en que llegue la partida
poder
recuperar de nuestra historia
los
momentos más bellos y, en la ida,
disfrutarlos
camino de la gloria.
Hay que disfrutar esos regalos de la vida. Que hermoso soneto amigo Joaquin, la vida nos regala momentos maravillosos que aveces no sabemos disfrutar... Saludos
ResponderEliminarUn soneto precioso.
ResponderEliminarDesborda nostalgia y a la vez es un canto a la esperanza.
Muy, muy, muy bonito.
Saludos.
Joaquín, es un soneto inmenso.
ResponderEliminarY mientras, sigamos atesorando poesía.
Abrazo.
El hermoso soneto de tu amor, Joaquin. Cualquiera que esté enamorado, al leer este soneto, sentirá la belleza de ser amado y amar aún más.
ResponderEliminarSaludos cordiales desde Indonesia.
Joaquín mi amigo, te felicito,
ResponderEliminarte luciste con este soneto mas
que hermoso.
Besitos dulces
Siby
Precioso soneto que nos anima a disfrutar de la vida.
ResponderEliminarEres un maestro en este arte del soneto.
Un abrazo
Felicidades
Hola, Joaquín!
ResponderEliminarComo estás de salud? Espero que sem Covid. Yo estoy bién.
Mas un magnífico soneto, onde se canta la vida, el amor y la muerte. Me gusta mucho tu escrita.
Besos y dias felices!
Hola Joaquin, vuelvo a leer
ResponderEliminartu hermoso Soneto, esperando
te encuentres bien mi amigo.
Besitos dulces
Siby