XLII
El viento
que golpea mi ventana
y ulula con
quejidos lastimeros
me cuenta
que tus ojos zalameros
dejaron de
mirarlo esta mañana.
Que pálida y en hora muy temprana
corrías
tras el sol por los oteros
y que ávida
de besos pendencieros
temblaba de
emoción tu piel lozana.
¿Qué sombra
de pasión te ha poseído?
¿Qué
embrujo trastornó tu pensamiento?
¿Qué ganas
con dejar mi pecho herido?
Sin ti,
sólo seré lobo sediento
de errante
caminar, sombra de olvido…
¡Regresa!
Te esperamos…yo y el viento.
Febrero 2013
El último verso en sí mismo es un poema, Joaquín.
ResponderEliminarPrecioso y conciso soneto.
Abrazo.
Excelente soneto Joaquín.
ResponderEliminar😘😘😘💙
Otro ejemplo de lo bella que pueden ser la melancolía y la tristeza.
ResponderEliminarCoincido con Verónica, el último verso tiene vida propia.
Saludos.
Melancólico soneto amigo, un placer leerte, saludos.
ResponderEliminarSensacional soneto, Joaquín:
ResponderEliminarUn beso grande
De todos los generos literarios y artisticos la poesia es la mas dificil de domar,
ResponderEliminarsin embargo debo decir que estos sonetos estan bien delineados
Un Soneto maravilloso,
ResponderEliminarmi amigo Joaquín,me
agrado visitarte.
Besitos dulces
Siby
Cuanta tristeza encierra este soneto!!! Cada verso que lo compone esta lleno de melancolía, y todo lo que envuelve a ese ser que queda en soledad... Precioso!!! Saludos!!
ResponderEliminarExpresiones de inquietud y miedo a perder a alguien tan amado están muy bien representadas en este poema. Saludos desde Indonesia.
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