miércoles, 14 de febrero de 2018

El beso


                        XIII

Era la noche, sueño ilusionado.
Era la luz, penumbra encubridora.
Era la melodía embriagadora
y era el licor, maléfico aliado.

Y estaba yo, lamento descarnado.
Y estabas tú, brillando cual aurora.
Y yo, con una sed abrasadora.
Y tú, samaritana del pecado.

Y aproximé a tus labios entreabiertos
los labios míos, brasas encendidas,
y los dos nos fundimos en un beso.

Y esa noche, mis pasos inexpertos
me llevaron por sendas prohibidas
para caer, de tus amores, preso.



                         Octubre,2010


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